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Testimonio: Yenny

Ser disidente en Venezuela: peligros y afectaciones



La primera ocasión en la que Yenny pisó territorio estadounidense fue durante el 2019, permaneciendo dos años y ocho meses para luego ser deportada por inmigración debido a que excedió el tiempo límite de su visa. En agosto de 2022 Yenny regresó a su país natal, Venezuela, lugar al que temía volver debido a los conflictos que la hicieron emigrar: amenazas y homofobia por parte de la sociedad civil y las autoridades gubernamentales.


Al respecto de lo anterior, Yenny comenta que sufrió episodios de hostigamiento y agresión por parte de las autoridades de su país, quienes le requerían afiliarse al PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), a lo que se negó en varias ocasiones y en consecuencia recibió acusaciones y amenazas que afectaron su integridad y la de su familia: A mi hermano lo golpeaban y lo humillaban en su trabajo, era militar y al saber que su familia no estaba dentro de este partido recibió un trato lamentable.


De acuerdo con la venezolana, las agresiones comenzaron por parte de las autoridades gubernamentales de su país, a través de grupos policiacos, quienes acudían al domicilio particular de la familia para obligarlos a tramitar el “Carnet de la Patria”, un documento oficial de Venezuela emitido por el gobierno en turno y el cual ha sido denunciado como una estrategia de control y sometimiento en favor de las autoridades.


A partir de este momento la familia no dejó de ser amedrentada incluso en su propia casa, a lo que se le sumó la homofobia por parte de algunos vecinos, quienes se encargaron de hacer ofensas y críticas a Yenny por su orientación sexual:


Me amenazaban en el edificio en donde vivía, me dejaban en la puerta de mi casa bolsas con excremento o me mandaban notas en donde decían que no querían lesbianas en el lugar en donde ellos vivían, alegando que sus hijos podrían ser pervertidos.

Yenny menciona que estas personas que la atacaban eran “chavistas”, es decir, personas afiliadas con la ideología de las autoridades y quienes sabían sobre la situación de Yenny; de manera que quisieron intimidarla para presionar su partida. Dichas agresiones comenzaron desde el 2016 y duraron hasta el 2019, momento en que ella decidió salir de su país en busca de mejores condiciones de vida en los Estados Unidos: Fue en el 2019 cuando decidí partir a Miami con una visa de turista que contaba. Ahí me recibió una prima. El resto de mi familia, a excepción de mi papá, se fue a España. La situación en Venezuela ya era insostenible para nosotros.


En agosto de 2022 Yenny regresó a Venezuela y al intentar entrar a los Estados Unidos en noviembre de ese mismo año fue detenida por agentes de inmigración debido a que detectaron que había excedido su tiempo de estancia como turista la última vez que viajó. Comenta que fue detenida en el aeropuerto y ahí mismo la llevaron a un salón privado en donde la interrogaron toda la noche dos oficiales de inmigración.


Al día siguiente, cuando llegó otro inspector, me dijo que me iban a deportar para Colombia y yo le dije que prefería morirme en Estados Unidos que regresar a Venezuela, en ese momento cambiaron mi estatus a “miedo creíble confirmado”.

Durante su interrogatorio Yenny menciona que el trato por parte de los oficiales fue descortés e irrespetuoso, debido a que el tono de la voz era elevado y agresivo: Me obligaban a responder preguntas a las que ya había dado respuesta y me decían que estaba mintiendo. Me quitaron mi celular y no me permitieron comunicarme con mi pareja, quien se encontraba a fuera del aeropuerto y no tenía idea de lo que estaba pasando. Me trataron como a una criminal.


Después de este interrogatorio, al día siguiente, Yenny fue trasladada a Krome Detention Center en donde le hicieron una segunda revisión para descartar antecedentes penales. Posteriormente fue trasladada al Broward Transitional Center, ubicado en Florida, lugar en donde permaneció del 28 de noviembre hasta el 27 de enero de 2022. Al respecto de las instalaciones de este lugar Yenny comenta que se trata de un sitio muy bien equipado, y que pese a ser un centro de detención tenían ciertas libertades para realizar actividades. No obstante, el trato prestado por los vigilantes y enfermeras fue indiferente y descortés:


Ahí las instalaciones son adecuadas, en las habitaciones sólo entran cinco mujeres, hay capilla para rezar, un salón de entretenimiento en donde se puede acceder a computadoras, libros y televisión así como mesas de ping pong. También hay un espacio para realizar actividades al aire libre, ya sea jugar vóley o básquet.


Por otra parte, Yenny menciona que tanto sus compañeras de detención y ella sufrieron una dermatitis aguda, la cual la atribuyen al uso de un shampoo para el cabello que utilizaron en este centro de detención, causándoles el surgimiento de hongo debido a que no era de buena calidad, y que de hecho actualmente se sigue recuperando.


Al respecto de su liberación, Yenny menciona que el servicio ofrecido por Subversivo fue realmente eficiente y práctico, pues al cabo de unos días de que su pareja se puso en contacto con la compañía ella obtuvo la libertad:


La atención por parte de Subversivo es ágil y atenta, no tengo ningún comentario negativo.

Actualmente Yenny se encuentra viviendo en Orlando, Florida. Ha comenzado a gestionar los trámites necesarios para solicitar el asilo en los Estados Unidos debido a que fue amenazada de muerte en Venezuela y su familia ha recibido golpizas, razón por la cual también emigraron a los Estados Unidos y a España. Por el momento no cuenta con un trabajo regular; dada su condición migratoria prefiere seguir las indicaciones para no entorpecer o afectar su situación actual; posteriormente tiene planeado solicitar una visa de trabajo y así radicar en los Estados Unidos.

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